domingo, 25 de octubre de 2009

Texto Ygor Zamora


Factor RH . Texto para Danza Diez/ VENEZUELA 1995.
Autor: Ygor Zamora


...“En principio fue sólo el verbo,
luego padre e hijo.
Creíamos que éramos uno solo, pero no,
éramos dos.

Dos seres distintos, angustiados...
dos seres distintos dispuestos a crear el círculo vicioso mas profundo de la tierra.

Un día te arrullé; te arrullé con la ternura que genera la alegría y el sueño,
ese día bendije tu nacimiento y maldije una y otra vez el mío.
-¿Que nos pasó?. ¿Que nos pasó, Dios?-,
que nos pasó que ahora somos dos seres tan distintos,
sostenemos el hilo de la venganza y la muerte a través del amor.”...




PARA QUE LA VIDA SIGA A PESAR DE FACTOR RH Y OTRAS AVENTURAS INSOLITAS


Cuando colocamos estos textos y otros más escritos con la premura, con la prisa, que da el sucederse un espectáculo tras otro, en un ritmo de producción Teatral-dancística delirante, por calificarla de alguna manera, la forma como mi amigo el maestro Elliot Ortiz Casanova realizaba en Venezuela sus exitosas producciones Dancísticas, pasadas hoy en Octubre del año 2009, por el tamiz de la nostalgia no queda otro remedio que dar testimonio de ello, en una especie de Método de “HISTORIA DE VIDA”, tan de moda hoy entre los investigadores de las diversas disciplinas de la Ciencia y de la Semiología y de la semántica, para intentar producir balbuceos y análisis en las vidas de otros, en esas “ VIDAS PRESTADAS” que tan genialmente a montado ya en 2008 en New York el Elliot Ortiz con su banda de amigos de lo imposible, entre los que felizmente me cuento al lado de Mariela Monroy, y un Nelson Pérez ( -ya hoy también Maestro, por su genialidad de intentar de montar el mejor y más creativo teatro posible, sin recurso alguno-)redimensionado de sus historias iniciales con DANZA DIEZ, de un Francisco Espinoza exilado en la soledad infinita de una cosmópolis como New York y con un talento insólito, redescubierto por el estetoscopio de Elliot años después, de haber arrojado Francisco por la borda todos sus lastres y estar en el esplendor de su creatividad y sencillez simultáneamente, de tener a su lado allá en aquellas estepas desoladas de Manhattan entre Wall Street y Brooklyn mujeres de la talla de Pilar Cordova y amigos de la magnitud y temeridad de un Kiko Tagliaferro, Dayana Hernández, John McGee y una Nancy absolutamente solidaria con las causas perdidas del planeta, que no son otras que el sueño, la poesía, la palabra y la danza y el teatro, que redime la inútil existencia del hombre a través de los siglos.

Bien vale la pena entonces, recordar a Nuestro Poeta de siempre VICTOR VALERA MORA, en el territorio de los que meten miedo con el zamuro atómico, recordar sus textos de iconoclasta, irreverente y comprometido hombre de palabra con el mundo:

“Para los que meten miedo con el zamuro atómico
Recordándonos que las luchas de liberación
Pueden provocar una espantosa catástrofe
Yo les digo he aquí mis bienes terrenales
Tres litros de aire de capacidad pulmonar
Medio siglo de burocratismo soviético
Y dos mil años de crímenes sucesivos
Entonces no tengo mucho que perder
Señores de la guerra por mi parte
Pueden ir apretando los botones”

Como dirían los malandros en su jerga cotidiana para expresar que es lo correcto lo que habla este hombre:-” Tá dicho, chamo!”-….

Y entonces retomo los contextos de FACTOR RH, con la emoción que me viene al momento: a Elliot le propongo irnos de Gira con Danza Diez a Bogotá , sin tener un céntimo en el bolsillo y más grave aún: no tener Elliot Pasaporte vigente y habría que sacarlo en el tiempo récord de una semana porque estábamos contra reloj.
Elliot con su silencio y prudencia y distancia de la vertiginosidad mía, -que en más de una oportunidad le ha salvado de anatemas no deseables-, se dispuso prácticamente a ser mi víctima.
Al día siguiente como un ciclón anduvimos ambos en la calle en los más diversos y extraños lugares: desde un estudio fotográfico, a una cola inmensa en la ya hoy desaparecida ONIDEX (-Oficina Nacional de Identificación y Extranjería, así de presuntuoso era su nombre-), donde para la época se trajinaba con los números que repartían, a quienes necesitaban este documento.

Elliot felizmente quedó campeón de los 200 metros planos de carrera veloz ese día y logramos nuestro objetivo final: el Pasaporte para irnos de gira con Danza Diez a Colombia.
Después fue el acelere mayor: autobuses del timbo al tambo, aviones, carreras en aeropuertos, recepciones formales en la Embajada de Venezuela en Bogotá, donde por cierto, hacía años no llegaba artista alguno de Venezuela y fue así como estos textos demoledores vieron luz y vida y gesto y sueño y palabra en el Teatro “WILLIAM SHAKESPEARE” de la Ciudad de Sante Fe de Bogotá en unos días azarosos de 1995, bajo el auspicio de la locura del colectivo de Danza diez y el gesto solidario de Reinaldo y Petrica Ibarra en nuestra embajada, a quienes desde ese entonces, a pesar de Reinaldo no estar ya con con nosotros, y tener yo tiempo de no saber de Petrica Ibarra y su familia, mientras he recorrido continentes con el mismo entusiasta fragor y velocidad de estos días, aún los llevamos en nuestro corazones de saltimbanquis y soñadores empedernidos, hasta el próximo evento, hasta el próximo festival, hasta el próximo invento para no morir en el aburrimiento y en la tragedia cotidiana, o parar exorcizar fantasmas particulares, hasta la consumación de los siglos, o para simplemente dejar en el ciberespacio estas palabras que puedan tocar alguien en sus corazón y su cerebro y en su amor y sus sueños e intente de nuevo repetir estas historias, pero ya construyendo futuro con la danza, la poesía y el teatro hasta la consumación de los siglos, como forma de militar en la vida y el compromiso con los otros.

En Barquisimeto de un Octubre caluroso y necio y cuando ya casi colapsa todo lo cultural pero se reafirma con furibunda firmeza la esencia de la vida y de producir aunque sean sueños y quimeras…

YGOR ZAMORA V.

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