viernes, 30 de octubre de 2009

Cuando la herencia no es genetica


Factor RH : Polémicas en la frontera de un shock!
Cuando la herencia, no es solo cuestión genética, las actitudes, modelos (buenos y malos) son fuente influencia de padres a hijos. Esta simple información biológica-genética-social es la columna vertebral para uno de los mas remarcables montajes de Danza 10 : FACTOR RH, con un tema pocas veces llevado a escena: el maltrato infantil.
Simples y cortos son también los textos, escritos por el poeta, escritor, y director teatral Ygor Zamora, quien como un génesis apocalíptico dibuja en las entrelineas el peso psicológico de los personajes : Andrés y su hijo Ignacio.
Silencios, no comunicación, golpes, pataletas, durante 24 minutos , aceleran de manera vertiginosa el trágico final: el hijo mata al padre con la misma correa con la que era golpeado!

El efecto “catarsis” transformado en Escuela de Padres
Durante toda la primera etapa de presentaciones de Factor RH, entre las reacciones del público estaban, gente llorando (algunos con fuertes crisis, otros quedaban pasmados, otros dejaban el teatro, a veces con frases de protestas de cómo “un hijo mataba su padre”). Esto llevo a pensar a la directiva de Danza 10 en como reconducir este efecto catarsis o clínicamente – y de acuerdo a psicólogos- “abrir proceso”.
En el elenco D.10 se encontraba uno de los bailarines que era maestro con especialidad en psicopedagogía y orientación, licenciado de la Republica y en la recta final de su maestría : José Luis Romero. José Luis había estado participando activamente en un proyecto llamado Escuela de padres.
Así que se hizo una combinación del espectáculo con una charla-conferencia sobre la vertiente del maltrato de hijos; una gira nacional donde se incluyeron algunas universidades nacionales, fue la segunda fase de presentaciones de esta pieza de danza-teatro. Cumana, Pto La Cruz, Margarita, Maracay, Pto. Cabello, San Cristobal, Maracaibo, San Felipe… constituyeron parte de la gira, además de algunos festivales; la temporada alcanzo 27 presentaciones, pero mas allá de los números de funciones fue el impacto sobre diferentes audiencias, incluidas comunidades estudiantiles universitarias, hubo propuestas de algunas Universidades para seguir desarrollando el proyecto en diferentes vías, pues vieron como el arte performantico se podía también educar y re-educar, crear reflexiones y conversaciones post-conferencias de maltrato infantil, esto sentó otro precedente, no se trataba de “bailar bonito”, ni “bailar bien”…. Había más que decir, más que plantear en una sociedad como la nuestra, además ajena y poco educada para ver artes escénicas y sobre todo danza desde otro ángulo y más aún danza post moderna o danza-teatro.
Por:
Fundación Danza Diez.-

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